Un pañuelo de silencio a la hora de partir

Bigote:

parece que era ayer cuando, sin previo aviso, irrumpiste en nuestras vidas.

Las Escrituras ya decían (  Corintios, 3.14)

“En aquel tiempo, un grupo de gentiles se acerco al Portador del Bigote y le preguntó:

 “Portador de Bigote…¿Cuándo te quitarás el bigote?.

El portador respondió.” Cuando Ël quiera”

Fué entonces cuando los discipulos creyeron, y vieron que efectivamente Moya no habia elegidoa el Bigote, sinó que el Bigote le había elegido a él”

Azote de ímpios, flagelo de apostatas, fina linea que separa la cordura de la locura, liviano receptáculo de migas de pan, icono dadaista, ahoras descansas en el Valhalla acompañado de 40 valkirias que sabrán agradecer tu sacrificio.

A los que nos quedamos en este valle de lagrimas que es la vida nos queda el consuelo de haberte conocido, y la dicha de alabar tu sagrado nombre.

Descansa en paz, Bigote

“Señor, ya me arrancaste lo que yo más quería.
Oye otra vez, Dios mío, mi corazón clamar.
Tu voluntad se hizo, Señor, contra la mía.
Señor, ya estamos solos mi corazón y el mar.”

A.Machado